Seguridad alimentaria.

Para saber si un pescado es fresco y por tanto es un pescado de calidad y perfectamente apto para el consumo seguiremos estas sencillas recomendaciones:
Las agallas estarán
limpias y serán de unos colores rojos vivos intensos y sanguinolentos.
Los ojos del
pescado estarán limpios y serán transparentes, también es importante que el ojo
no este hundido, en caso contrario el pescado tendrá cierto tiempo.
Al tacto, notaremos
que el pescado esté terso, si el pescado esta blando o fláccido implicará que
no es un producto fresco.
La piel ha de ser
brillante y estar ligeramente húmeda.
Su olor deberá ser
a mar, un olor agradable. Este olor a mar es garantía de frescura. Si tiene mal olor evitarlos a toda costa.


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