La ansiedad es un mal que afecta a muchas personas en la
actualidad, ya que el ritmo de vida, las metas que nos fijamos y la gran
competencia que existe a muchos niveles hace que en infinidad de ocasiones
caigamos en un cuadro de ansiedad que afecta a nuestra salud. Es importante que
la calma y la relajación estén presentes
en nuestra vida si lo que queremos es eludir la ansiedad, por ello es necesario
que tomemos una serie de medidas para combatirla. Cuidar la alimentación es una
de ellas, y por este motivo vamos a dar algunos consejos para evitar el
consumo excesivo de los alimentos que
nos causan ansiedad. No debemos olvidar que la salud física,
mental y emocional de nuestros ser está en nuestras manos.
Como ya sabemos, los
alimentos tienen
una acción decisiva sobre nuestro estado y la salud. En el caso de la ansiedad
esto no iba a ser menos, y es que existen infinidad de alimentos que la
incrementan y la propician. Estos alimentos son a los que se les conoce como
estimulantes, y por ello queremos hacer un listado de algunos que son los que
más afectarán a nuestro organismo cuando se trata de la ansiedad para
consumirlos con moderación.
La cafeína: Es una de las sustancias estrella cuando se trata de fomentar la
ansiedad. Alimentos como el café, los refrescos o el té contienen este tipo de
sustancias excitantes. El efecto de la cafeína en el organismo es el de
estimular la producción de noradrenalina por parte del organismo, la hormona
que nos mantiene alerta y vigilantes. Este estado constante de alerta
contribuirá a que nos sintamos más alterados y menos relajados, dando pie a
cuadros de ansiedad. No debemos olvidar que un exceso de cafeína dificulta la
absorción la vitamina B1, que es anti estrés, lo que aumenta aún más la
situación de tensión que tendremos al
consumirla en exceso.
La sal: Es otra sustancia que no debemos dejar de lado, y es que aunque
no lo tengamos en cuenta tanto como la cafeína tiene un papel esencial en las
personas que padecen cuadros de ansiedad, y es que un exceso de sal lo que hará
será aumentar la presión arterial y el rimo sanguíneo, acelerándolo y afectando
de este modo a nuestra salud. Además, el exceso de sodio en el organismo lo que
hace es inhibir la absorción del potasio, un mineral necesario para el correcto
funcionamiento nervioso, lo que hará que alisemos el camino a la ansiedad.
La nicotina: Es otro estimulante que no podemos pasar por alto, y es que su
ingesta produce vasoconstricción, acelerando el ritmo cardiaco y manteniéndonos
más alerta y activos de lo normal. Esta aceleración de la circulación lo que
hará será mantenernos más acelerados, evitando en muchos casos que descansemos
de la manera adecuada y que por lo tanto dejemos las situaciones de estrés que
nos pueden pasar factura cuando se trata de padecer ansiedad.
Otros estimulantes como las
drogas, las sustancias que se incluyen en píldoras para adelgazar:
Quemagrasas… Son también propiciadores de la ansiedad, ya
que todos ellos tienen efectos aceleradores de la circulación sanguínea,
aumentando así el estado de alerta y de nerviosismo del cuerpo, pues muchos
afectan directamente al cerebro y a su funcionamiento.



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