La calabaza estimula la regeneración celular,
activa la síntesis de colágeno y normaliza la producción de sebo gracias a sus
oligoelementos, en especial del zinc. Su contenido en sales minerales, en
particular del magnesio, estimula la energía celular y mejora la hidratación
cutánea. Además, favorece la absorción de vitaminas. El betacaroteno, otra de
las propiedades estéticas de la calabaza, precursor de la vitamina A, actúa
como bioactivador cutáneo.
Procedimiento
Mascarilla:
Limpiar: hervir un pedazo calabazas, batir todo y formar pasta suave, apartar una cucharada de la pasta y mezclar con un poco de jabón liquido, lavar el rostro y aplicar una capa suave, dejar por 15 minutos y retirar con abundante agua fría.
Limpiar: hervir un pedazo calabazas, batir todo y formar pasta suave, apartar una cucharada de la pasta y mezclar con un poco de jabón liquido, lavar el rostro y aplicar una capa suave, dejar por 15 minutos y retirar con abundante agua fría.
Scrub:
triturar las semillas de calabaza, mezclar con melaza y unas gotas de aceite de
oliva extra virgen, formar pasta, frotar la piel y aclarar con agua templada.
Vapores:
hervir agua con semillas de calabaza y tomar vapores por varios minutos



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